Sistemas políticos del período entre guerras

Durante el período entre guerras, se desarrollaron tres sistemas políticos principales en Europa:

1. Democracias liberales: Incluían sistemas presidenciales como en Estados Unidos y democracias parlamentarias como en Inglaterra y Francia. Se caracterizaban por gobiernos constitucionales, separación de poderes y defensa de libertades individuales.

2. Revolución marxista/socialista: Representada principalmente por la Unión Soviética, se basaba en la lucha de clases y la revolución del proletariado. Estableció un gobierno totalitario alineado con el cambio revolucionario.

3. Fascismo/Nazismo: Surgió en países como Italia y Alemania. Se caracterizaba por el nacionalismo extremo, militarismo y expansionismo.

Definición: El totalitarismo es un sistema de gobierno que busca el control total sobre todos los aspectos de la vida pública y privada de los ciudadanos.

Estos sistemas compartían algunas similitudes en su rechazo a la democracia liberal y en el papel central del Estado, pero diferían en sus ideologías y objetivos finales.

Ejemplo: Mientras que el comunismo soviético buscaba una sociedad igualitaria sin clases, el fascismo glorificaba el pasado nacional y aceptaba las jerarquías como naturales.

Europa entre guerras (1919-1939)

El período entre guerras se caracterizó por cambios significativos en la estructura política y social de Europa. La sociedad de masas se involucró más en aspectos políticos, económicos y culturales, dando lugar a una política de masas. Estados Unidos emergió como potencia mundial, aunque mantuvo una política aislacionista.

Highlight: La desaparición de grandes imperios como el Otomano, Austria-Hungría y Rusia llevó a la creación de nuevas naciones como Polonia, Finlandia y Checoslovaquia.

Los problemas económicos y las reparaciones alemanas fueron temas centrales, alcanzando su punto más bajo en 1923. Se firmaron varios tratados internacionales para mantener la paz y establecer acuerdos económicos.

Vocabulario: El Plan Dawes (1924) y el Plan Young (1929) fueron iniciativas para ayudar a Alemania a pagar las reparaciones de guerra y estabilizar su economía.

El crecimiento de sindicatos y movimientos obreros, inspirados por la Revolución Bolchevique, llevó a huelgas y manifestaciones en toda Europa. La Gran Depresión de 1929 y el ascenso del totalitarismo, tanto de corte socialista/comunista como fascista/nazi, fueron eventos cruciales que definieron este período.