El electromagnetismo es un fenómeno fundamental que combina las fuerzas eléctricas y magnéticas en una sola interacción física. Esta relación entre electricidad y magnetismo fue descubierta por Hans Christian Oersted en 1820 cuando observó que una corriente eléctrica podía desviar una aguja magnética.
Las aplicaciones del electromagnetismo son numerosas y están presentes en nuestra vida diaria. Los electrodomésticos como lavadoras, refrigeradores y microondas funcionan gracias a motores electromagnéticos. En la medicina, se utiliza en equipos de resonancia magnética y en tratamientos terapéuticos. Los electroimanes son fundamentales en la industria para separar materiales metálicos, en grúas electromagnéticas y en trenes de levitación magnética. Entre los ejemplos de electromagnetismo en la vida cotidiana encontramos los timbres eléctricos, altavoces, generadores eléctricos y transformadores.
La relación entre electricidad y magnetismo se manifiesta cuando una corriente eléctrica genera un campo magnético, y viceversa, cuando un campo magnético variable induce una corriente eléctrica. Este principio es la base del funcionamiento de los generadores eléctricos que proporcionan energía a nuestros hogares. Los tipos de electromagnetismo incluyen el electromagnetismo estático, donde las cargas están en reposo, y el dinámico, donde las cargas están en movimiento. En el ámbito educativo, los dibujos de electromagnetismo ayudan a comprender conceptos como las líneas de campo magnético, la ley de Faraday y la ley de Ampère. La comprensión del electromagnetismo ha revolucionado la tecnología moderna, desde las comunicaciones hasta el transporte, convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de la física moderna.